FLORES NATURALES

1. Hidratación adecuada: La hidratación es clave para mantener las flores frescas. Una vez cortadas, es crucial poner las flores en agua inmediatamente. Usa agua tibia al principio, ya que ayuda a las flores a absorberla más rápido. Cambia el agua diariamente para evitar la proliferación de bacterias, que pueden obstruir los tallos y acelerar el marchitamiento.

2. Recorte de tallos: Cada vez que cambies el agua, recorta los tallos en un ángulo de 45 grados. Esto aumenta la superficie de absorción de agua y ayuda a mantener los tallos libres de obstrucciones. Usa tijeras limpias o un cuchillo afilado para evitar dañar los tejidos de las flores.

3. Evitar la exposición directa al sol y al calor: Coloca las flores naturales en un lugar fresco, lejos de la luz solar directa y de fuentes de calor como electrodomésticos o ventanas. Las altas temperaturas aceleran la evaporación del agua y el marchitamiento de las flores.

4. Uso de conservantes para flores: Los conservantes para flores cortadas son mezclas de nutrientes, agentes antimicrobianos y reguladores del pH que ayudan a prolongar la vida de las flores. Puedes comprarlos o hacer una solución casera mezclando azúcar, vinagre blanco y unas gotas de lejía en el agua.

5. Nebulización y humedad: En climas cálidos y secos, rociar las flores con agua ayuda a mantener la humedad. Sin embargo, hazlo con moderación para evitar que se desarrollen hongos o moho.

6. Selección de flores: Algunas flores naturales son más resistentes al calor que otras. Opta por variedades como girasoles, crisantemos o lirios, que tienden a soportar mejor las altas temperaturas.

Siguiendo estos consejos, puedes disfrutar de tus flores cortadas por más tiempo, incluso en climas cálidos.