El Día Internacional de la Mujer se conmemora cada 8 de marzo como un recordatorio de la lucha por la igualdad de género, los derechos laborales y el reconocimiento de las contribuciones de las mujeres en la sociedad. Su origen se remonta a las manifestaciones de trabajadoras en el siglo XIX y principios del XX, cuando exigían mejores condiciones laborales, reducción de la jornada de trabajo y derecho al voto.
Uno de los acontecimientos más emblemáticos ocurrió el 8 de marzo de 1908, cuando un grupo de mujeres trabajadoras de la industria textil en Nueva York organizó una huelga para exigir condiciones dignas. En 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, se propuso establecer un día para conmemorar la lucha de las mujeres. La fecha se oficializó en 1977 cuando la ONU la reconoció como el Día Internacional de la Mujer.
Por qué se regalan flores en el Día Internacional de la Mujer
Este día no es una celebración, sino una jornada de reflexión, protesta y reivindicación de los derechos que aún faltan por conquistar. Sin embargo, en muchos países se ha adoptado la costumbre de regalar flores a las mujeres. Este gesto tiene diversas interpretaciones. En algunos casos, se debe a la asociación de la feminidad con la belleza y delicadeza de las flores, aunque esta visión puede ser reduccionista. En otros contextos, se considera un símbolo de reconocimiento y respeto hacia la lucha femenina.
Uno de los símbolos más representativos de esta conmemoración es la flor de mimosa, que en Italia se regala desde 1946 como un emblema de fuerza y solidaridad entre mujeres. Su elección se debe a que florece en marzo y resiste condiciones adversas, reflejando la resiliencia femenina.
Si bien el obsequio de flores puede ser un gesto amable, es fundamental recordar que el 8 de marzo es un día de lucha y conciencia social. Más que un regalo, lo que realmente importa es apoyar la igualdad de derechos, reconocer los desafíos que aún enfrentan las mujeres y promover cambios reales en la sociedad.
